jueves, 18 de febrero de 2010

Río Nizao esta casi seco.


Por Y. Espinal, L. Rojas y S. Guzmán (El Caribe)

Los efectos de la sequía y los pronósticos de que se prolongará han obligado al Gobierno a tomar medidas urgentes en busca de que afecte lo menos posible su uso cotidiano, la producción agrícola y energética en el país.

El director del (Indrhi) sostuvo una reunión con la Junta de Regentes de las Presas de todo el país para informarles que el uso del líquido para el riego será racionalizado para evitar que la ausencia de lluvias afecte lo menos posible la agricultura.

La sequía ya surtió sus efectos en la disminución de la capacidad de producción energética de la presa Jigüey que normalmente produce 92 megavatios y en la actualidad sólo genera 44, según informaron las autoridades.

Mientras, la Oficina Nacional de Meteorología (Onamet) pronosticó que la situación podría empeorar en las próximas semanas y que es posible que se prolongue hasta marzo.

Es imprescindible que todos los residentes en la provincia Santo Domingo y el Distrito Nacional utilicen el agua para asuntos básicos, ya que en esta situación, el suministro de los acueductos más vulnerables a la sequía, como Duey, Isa-Mana y Haina-Manoguayabo, dependen del abastecimiento que registren los sistemas menos afectados, como Valdesia-Santo Domingo y el Acueducto Oriental Barrera de Salinidad”, indicó.

En tanto, en las presas Jigüey–Aguacate, debido a los bajos niveles de agua la producción energética se ha reducido a sólo seis horas diarias, de 6:00 p.m. a 12:00 a.m.

Según el operador de la presa de Jigüey, los niveles de agua son de 328 centímetros cúbicos, pero que está prácticamente en cero.

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